ARTÍCULO TORRES DE LA HUERTA

REGENERACIÓN DE LA HUERTA DE ALICANTE Y REACTIVACIÓN DE LAS TORRES DEFENSIVAS DEL SIGLO XVI

“Toda la huerta de Alicante era un vergel, caminos con surcos polvorientos, tortuosos; racimos de almendros y olivos; albercas; quietud y belleza. Fui a la tierra prometida una bochornosa tarde, en que el sol quemaba ésta, y el polvo del camino se levantaba a mi paso. Eran muchos los caminos que había, bifurcados, antiguos, como si los siglos no hubieran pasado por ellos. Me hallaba en la Condomina (…), un pedazo de tierra encerrado dentro de un polígono irregular, cuyos vértices se clavaban en Vistahermosa de la Cruz, Santa Faz, San Juan pueblo, San Juan, playa, y la Albufereta. Encontré allí todo aquello que se me había descrito y aún más de lo que deseaba: caminos, palmeras, olivos, naranjos, limoneros, mil frutales; puertas, arcos, escudos y una serie de casas fortificadas, con torres cuadradas o rectangulares, antiguas, esparcidas por el campo, aquí y allá, donde quiera que fuere.”

 

            Seijó Alonso, F. Torres de la Condomina. “Información”. Alicante, 15-11-1964

Así describía Seijó Alonso el paisaje de la Condomina en 1964: un vergel de huertos “y una serie de casas fortificadas”. Junto a esas casas, el autor menciona la presencia de torres “cuadradas o rectangulares, antiguas, esparcidas por el campo, aquí y allá, donde quiera que fuere”.  Se trata de torres de defensa construidas alrededor del siglo XVI. Estas torres servían principalmente para vigilar la costa y avisar a los campesinos de la llegada de piratas Berberiscos. Con el descenso de las incursiones piratas en las costas alicantinas, las torres perdieron su función y fueron abandonadas. Los campesinos y terratenientes aprovecharon algunas de estas edificaciones para construir junto a ellas sus viviendas. A pesar de que la Condomina ha cambiado notablemente en los últimos años, y las urbanizaciones y eriales han sustituido a los huertos cultivados y a las casas rurales, todavía podemos encontrar una veintena de estas torres en la zona, la mayoría en terrenos privados. Algunas están en ruinas, han sido saqueadas o quemadas, mientras que otras se encuentran parcialmente restauradas en el interior de rotondas o centros comerciales.

El reciente Plan General de Ordenación Urbana de Alicante no garantiza la conservación de las torres y la recuperación paisajística de la huerta. En él se indica que buena parte de los terrenos estarán destinados a equipamientos e investigación. Sin embargo, esto no implica que se respete la antigua red de torres, el paisaje local, la trama de caminos históricos y los canales de riego (brazales e hijuelas).

Desde nuestro punto de vista es necesario recuperar el paisaje y actuar en las torres de un modo verdaderamente directo, dotándolas de una nueva función: si la arquitectura deja de ser útil, deja de ser arquitectura. Somos conscientes de que la huerta productiva de antaño es inviable económicamente, así que lo más apropiado para la zona es transformarla casi por completo en “huerta de ocio”. ¿Qué significa esto? Dividir el terreno en pequeñas parcelas para que los habitantes de los barrios vecinos cultiven en ellas sus propios huertos. Otras parcelas se podrían asignar a hospitales, geriátricos y centros sociales para un uso más terapéutico o ligado a la investigación y la docencia. De este modo se genera un nuevo jardín productivo de uso social y particular en la zona. Esto a su vez contribuye a recuperar el agrosistema de la huerta de Alicante, equilibrando la flora y fauna autóctonas y creando un microclima más fresco y húmedo. En cuanto a la rehabilitación de las torres, lo más adecuado es obedecer a las demandas sociales y de infraestructuras de los barrios colindantes. Estas actuaciones van desde una biblioteca y centro social muy demandados por el colectivo “Distrito 4” de la Condomina, hasta un nuevo museo de la huerta de Alicante, pasando por la construcción de una guardería y un mirador-mediateca. Las propuestas responden al emplazamiento, características y estado concreto de cada una de las torres.

Creemos que este proyecto asume de manera adecuada las características del entorno, estableciendo redes de caminos, senderos y márgenes que sirven de trampolín para descubrir el lugar y divisar las torres. Además, al recuperar la infraestructura hidráulica de balsas, depósitos y canales, se potencia el uso de las antiguas alamedas y veredas de olivos y algarrobos centenarios.

Las torres, que en su día sirvieron para defender a los habitantes de la huerta de bárbaras incursiones, recuperarían en cierto modo su función defensiva, protegiendo a la huerta de Alicante del urbanismo depredador que lo amenaza.

REGENERACIÓN DE LA HUERTA DE ALICANTE Y REACTIVACIÓN DE LAS TORRES DEFENSIVAS DEL SIGLO XVI

Autor:

Óscar Carpio Rodríguez

Gerardo Bernal Castell

Fuentes:

Alonso, F. Torres de la Condomina.
“Información”. Alicante, 15-11-1964

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